domingo, 16 de julio de 2017

Policías, fiscal y mucho más


Cuando pude calmarme un poco ya había llegado la policía y me invadieron a preguntas de cómo había sucedido todo, en el interín también llegó un médico para asistirme. Había mucha gente del hotel que me habían atendido muy bien.
Yo también trataba de entender... pero era imposible.
Ricardo seguía tirado en el piso y yo a unos metros de él, sentada respondiendo las preguntas de la fiscal; volviendo a relatar todo lo que pasó desde que llegamos a Colombia.
Lo primero que hago es llamar a mi hermano para contarle, él fue mi sostén en todas esas horas y ayudándome a poder tomar desiciones. También apareció el cónsul argentino quién me asistió para poder estar mejor. Él me sugirió que me vuelva a Buenos Aires inmediatamente.
Ahí empezó una serie de trámites con referencia al traslado de Ricardo a la Argentina.
Estuve toda la noche sin dormir sin poder dejar de llorar y entender lo que estaba pasando.
Tratando de hacer las valijas pasaron las horas hasta que el cónsul con su mujer me vinieron a buscar a la madrugada para llevarme al aeropuerto para volver a Buenos Aires.
Llegue el 31 de diciembre a las 22 horas, allí estaba mi hermano y me cuñada esperándome.

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